El año pasado tuve la ocasión (y la suerte) de recorrer Italia en un viaje de trabajo. No suelo comprar casi nada en mis viajes, básicamente porque no me gusta nada de lo que veo, y mucho menos "souvenirs"... A veces visito las jugueterías, como me ocurrió en Roma con la mítica juguetería Al Sogno, en la Piazza Navona. Pero son juguetes caros y de colección, que tampoco me atraen mucho. Sin embargo, en una de las tardes que pasé en Roma, paseando, llegué a la famosa Piazza di Spagna, lugar maravilloso y emblemático... y muy cerca de allí, en un pequeño kiosko, encontré unos pequeños bebés que me llamaron la atención. Eran todos diferentes... así que escogí uno... justo el que se iba a venir conmigo a España. Aquella noche vivimos varias aventuras, el pobre bebé incluído (aunque él iba cómodamente en mi bolso jeje). Una vez que llegué al hotel, en el lago de Nemi, y cuando por fin lo pude tener en mis manos sin prisa, descubrí que era Cicciobello, el mítico bebé italiano (equivalente a nuestro Nenuco), y que es toda una institución en Italia, aunque éste en su versión pequeñita. Así que no me pude alegrar más de traerme a España a este pequeño niño (digo niño porque Cicciobello está sexado), y que además es uno de los muñequitos más queridos en Italia. Es un poco más pequeño que nuestros Barriguitas, como comentaba antes está sexado, y está fabricado en un vinilo duro muy suave y resistente. Los ojos, fijos, son azules. Y lleva un trajecito de dos piezas con un gorro a juego, y que viene pegado a la cabeza para que no lo pierda jeje. En fin... este es mi bonito Cicciobelo romano...
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